Pertenecientes a una familia de la aristocracia santiaguina del siglo XIX, las hermanas Magdalena y Aurora Mira Mena, son consideradas las pioneras de la pintura femenina en Chile, precursoras también a nivel hispanoamericano.
Magdalena nació en 1859, viajó muchas veces a Europa, vivió tres años en Roma, tuvo preferencia por la pintura figurativa, especialmente el retrato, y ocasionalmente hizo esculturas.
Aurora nació en 1861. Se especializó en naturalezas muertas, y flores que captaba en los jardines de la casa familiar en el Llano Subercaseux, sector de la actual Gran Avenida que en ese tiempo eran terrenos agrícolas.
Cuando Magdalena tenía 23 años y Aurora 19 expusieron por primera vez sus telas en el Salón de Pinturas de 1884, realizado en el edificio del Congreso Nacional, ocasión en que Magdalena obtuvo tres medallas de oro. Al año siguiente, Aurora también logró una medalla de oro con su famosa composición “Agripina Metella en la Prisión ”.
Continuaron participando en numerosos certámenes artísticos en que ganaron otras medallas de oro y premios de honor frente a competidores tan afamados como Pedro Lira, Valenzuela Palma, Onofre Jarpa, Juan Francisco González, Ramón Subercaseaux y Celia Castro.
Aunque los trabajos de ambas hermanas muestran la fuerte influencia de las tendencias pictóricas tradicionales de la época, en algunos aspectos técnicos se observan señales y rasgos de impresionismo.
Magdalena murió en 1930 y Aurora en 1939.
Aparte de colecciones privadas, algunas de las principales obras de las hermanas Mira, Mena se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción.
En 2004, una de sus descendientes - María Teresa Mira Fernández - publicó “Las hermanas pintoras, Magdalena y Aurora Mira Mena” con numerosas reproducciones de sus obras, y abundantes datos históricos y culturales de Chile en las postrimerías del siglo XIX.
Nació en Londres, Inglaterra el 7 de diciembre del año 1.831, y fue una da las pintoras pre-realista más importantes de todos los tiempos.
La aficción de Joanna a la pintura la viene de familia, cuando a su hermano George, comenzó a enfermar, y el sabiendo que era una pintora mejor que el, la dijo que tenia que comenzar a pintar también.
Poco después entró a estudiar en
Su progresión dentro de la pintura, no resultaría un camino fácil para Joanna, dentro de un mundo donde la sociedad estaba muy marcada por el hombre, tanto es así que también es conocida por el apellido de su marido “Wells”.
Joanna Boyce, pintó su primer cuadro llamado "Elgiva" en el año 1.855 y sería expuesto tiempo después en
Sus posteriores cuadros como por ejemplo “Gretchen” o “
En su cuadro pintado a su hija “Sydney Wells”, se ve calrmente los trazos de la pintura, demostrando una vez más ciertos parecidos con pintores que salieron a finales del siglo XIX.
Aunque a Joanna, la catalogaron en ciertos círculos de pintora de cabezas, argumentando que no pintaba cuerpos enteros y que no sabia pintar nada más, hay que decir que no es cierto ya que ella, pintó muchos cuadros paisajísticos, como en “Isla Wight” y costumbristas, como “The departuire”
John Ruskin escribió sobre su obra en 1.855, realizando elogios y diciendo en sus “Notas de Academia”, que los rasgos que pintaba eran tan realistas que en cualquier momento saldría del cuadro el personaje.
Joanna murió el 15 de julio de 1861 después de dar a luz a su tercer hijo.
La tragedia sobre sus cuadros, sobrevino cuando un gran número de ellos fuerón destruidos en el bombardeo de Bath, durante
José Ignacio Sanchos 1º
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